Una pareja viajaba en coche por un sitio boscoso alejado de
la civilización, era de noche. El chico se había alejado de las carreteras
principales y no se veía ninguna luz.
Su novia empezó a buscar alguna emisora de radio interesante y dio con una de noticias. El locutor pidió atención a los oyentes y contó que un enfermo mental peligroso había escapado de un sanatorio. La policía le estaba buscando y habían perdido la pista en una gran zona boscosa.
- ¿Te imaginas que ese loco esté por estos bosques?. -Preguntó la chica a su novio.
- No digas tonterías, ¿tú sabes la cantidad de bosques que hay en esta región? -respondió el chico.
De repente, ¡PLOF!, ¡PLOF, ¡PLOF!, ¡PLOF!, ¡PLOOOOOF!… el coche se paró.
Su novia empezó a buscar alguna emisora de radio interesante y dio con una de noticias. El locutor pidió atención a los oyentes y contó que un enfermo mental peligroso había escapado de un sanatorio. La policía le estaba buscando y habían perdido la pista en una gran zona boscosa.
- ¿Te imaginas que ese loco esté por estos bosques?. -Preguntó la chica a su novio.
- No digas tonterías, ¿tú sabes la cantidad de bosques que hay en esta región? -respondió el chico.
De repente, ¡PLOF!, ¡PLOF, ¡PLOF!, ¡PLOF!, ¡PLOOOOOF!… el coche se paró.
- ¡MIEERRRRRRDAAAA! Nos hemos quedado sin gasolina! -exclamó furiosamente el
chico.
- ¿Y ahora qué vamos a hacer? no hay ningún pueblo cerca, no se ve ni una luz-, susurró sollozando la chica.
- Tranquila, ahora mismo tomare la garrafa de emergencia y me voy a buscar alguna gasolinera o alguna casa donde pueda llamar por teléfono.
- ¿No me irás a dejar sola? ¿verdad? – dijo la chica.
- Eres una histérica, no te va a pasar nada, cierra los seguros de las puertas y ya está, no tardaré en regresar- respondió el novio.
Así que el chico tomó la garrafa, una linterna que llevaba, dio un beso a su novia y partió.
La chica cerró los seguros de las puertas, se fue al asiento de atrás, se tapó con una manta y se acurrucó muerta de miedo.
El tiempo pasaba, una hora, otra hora, y el chico no regresaba. La chica cada vez más nerviosa miraba su reloj debajo de la manta.
De repente… ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, unos fuertes golpes en el techo del coche, la chica intentó gritar, pero apenas un hilillo de voz salió de su garganta.
¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!,
El ruido no cesaba, cada vez los golpes más fuertes.
La chica, aterrorizada, pedía a Dios que pronto viniese su novio.
¡PLOM!
¡PLOM! ¡PLOM!
Al rato la chica escuchó otro sonido, era la sirena de un coche de policía que se detuvo a su lado.
¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!
El ruido seguía.
Un agente se acercó a la puerta de atrás donde estaba la chica.
- Abra la puerta por favor, soy agente de policía.
La chica abrió la puerta.
¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!,
- Por favor señorita, salga del coche y acompáñeme, pero ante todo no mire para atrás, no se le ocurra mirar a su coche -dijo el agente.
¡PLOM!,
¡PLOM!, ¡PLOM!,
La chica, haciendo caso omiso de las indicaciones del agente, miró hacia atrás, hacia su coche.
- ¿Y ahora qué vamos a hacer? no hay ningún pueblo cerca, no se ve ni una luz-, susurró sollozando la chica.
- Tranquila, ahora mismo tomare la garrafa de emergencia y me voy a buscar alguna gasolinera o alguna casa donde pueda llamar por teléfono.
- ¿No me irás a dejar sola? ¿verdad? – dijo la chica.
- Eres una histérica, no te va a pasar nada, cierra los seguros de las puertas y ya está, no tardaré en regresar- respondió el novio.
Así que el chico tomó la garrafa, una linterna que llevaba, dio un beso a su novia y partió.
La chica cerró los seguros de las puertas, se fue al asiento de atrás, se tapó con una manta y se acurrucó muerta de miedo.
El tiempo pasaba, una hora, otra hora, y el chico no regresaba. La chica cada vez más nerviosa miraba su reloj debajo de la manta.
De repente… ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, unos fuertes golpes en el techo del coche, la chica intentó gritar, pero apenas un hilillo de voz salió de su garganta.
¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!,
El ruido no cesaba, cada vez los golpes más fuertes.
La chica, aterrorizada, pedía a Dios que pronto viniese su novio.
¡PLOM!
¡PLOM! ¡PLOM!
Al rato la chica escuchó otro sonido, era la sirena de un coche de policía que se detuvo a su lado.
¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!
El ruido seguía.
Un agente se acercó a la puerta de atrás donde estaba la chica.
- Abra la puerta por favor, soy agente de policía.
La chica abrió la puerta.
¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!,
- Por favor señorita, salga del coche y acompáñeme, pero ante todo no mire para atrás, no se le ocurra mirar a su coche -dijo el agente.
¡PLOM!,
¡PLOM!, ¡PLOM!,
La chica, haciendo caso omiso de las indicaciones del agente, miró hacia atrás, hacia su coche.
Su sorpresa fue enorme y horrosa.
Encima del techo del coche estaba el loco dando golpes con la cabeza cortada de su novio.
¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!.
Encima del techo del coche estaba el loco dando golpes con la cabeza cortada de su novio.
¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!.
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