Yareli se encontraba internada en el hospital después de un trágico accidente en el autobús escolar. Mientras sus padres hablaban con el médico, en el pasillo, la chica despertó algo asustada, su cabeza estaba vendada, y por más que trataba no podía ver nada.
Todos entraron de prisa a la habitación al escuchar sus gritos, y después de aplicarle un sedante le explicaron lo sucedido. Horas más tarde despertó y una tenue voz le dijo: -No grites de nuevo, que no estás sola en la habitación, yo también necesito descansar-. Yareli se sintió muy avergonzada y pidió disculpas, después de eso, habló durante largo rato con la chica, quien le contó que estaba sufriendo mucho, su enfermedad era terminal, la sometían a tratamientos tan dolorosos, y lo único que quería era descansar, pues no tenía a nadie en el mundo.
Todos entraron de prisa a la habitación al escuchar sus gritos, y después de aplicarle un sedante le explicaron lo sucedido. Horas más tarde despertó y una tenue voz le dijo: -No grites de nuevo, que no estás sola en la habitación, yo también necesito descansar-. Yareli se sintió muy avergonzada y pidió disculpas, después de eso, habló durante largo rato con la chica, quien le contó que estaba sufriendo mucho, su enfermedad era terminal, la sometían a tratamientos tan dolorosos, y lo único que quería era descansar, pues no tenía a nadie en el mundo.
Cuando la madre de Yareli llegó esa noche, ella intentó presentarle a su compañera de cuarto, pero… la chica no respondía, simplemente pensó que estaba en uno de sus tratamientos, pero la madre sabía que Yareli había estado sola desde en ese cuarto desde que ingresó, por lo cual fue en busca de un doctor, para decirle que su hija sufría de alucinaciones. Justo cuando cruzó la puerta hacia fuera, esa tenue voz sonó de nuevo, la chica se despedía de Yareli diciendo: -Ese era nuestro secreto no debiste compartirlo con nadie, eres la única que podía escucharme…-, la señora estaba entrando de nuevo, y alcanzo a ver debajo de la cama, una pálida muchacha, que se desvanecía con una horrible expresión de dolor en el rostro…
Tras los nervios de la señora una enfermera la atendió y al contarle lo sucedido, ella confirmó que esa chica había muerto meses atrás en esa misma cama, en completa soledad…
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